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T9

Entrevista a Carmen Eibe

Carmen Eibe es una profesional del sector biotecnológico, concretamente su empresa, Pharmamar, se dedica a la investigación oncológica a partir de especies y moléculas marinas, siendo cabeza de sector por su investigación innovadora.


- ¿Considera que la biotecnología puede contribuir a la mejora de la calidad de vida? En caso afirmativo, ¿qué campo cree que es el que más se está desarrollando?

La biotecnología es una de las disciplinas con más proyección y futuro desde el sector de la salud al de la alimentación. Los grandes desafíos a los que nos enfrentamos como el envejecimiento de la población, la emergencia climática o la necesidad de un nuevo modelo productivo -especialmente en nuestro país- pasan por una apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación en la biotecnología aplicada a los sectores antes mencionados. Todos estos campos necesitan ser desarrollados de igual forma, todavía queda mucho trabajo por hacer en el campo de la biomedicina y seguro que nuevas tecnologías como la edición genética con CRISPR-Cas o la aplicación de ARN de interferencia traerán soluciones a necesidades médicas no cubiertas. Estas mismas tecnologías también pueden ser la solución para el desarrollo de cultivos más productivos o con menos necesidad de agua que nutran a la creciente población. En este sentido, es cierto que en el campo de la medicina los avances están siendo más espectaculares pero también es cierto que legislaciones, especialmente en Europa, donde las trabas al desarrollo de transgénicos han sido cada vez mayores, pueden mermar la capacidad de crecimiento de un sector como es el agroalimentario.


-De las tres ramas (sanitaria, computacional y botánica), ¿considera que hay alguna que sobresale o los labores de las tres son equiparables?

Para empezar, por tres ramas yo hablaría de la sanitaria, industrial y agroalimentaria. Desde mi punto de vista, la computacional es otra disciplina transversal como lo es la biotecnología y que, es y será fundamental para el desarrollo de nuevas aplicaciones en los tres sectores. La utilización del Big data, la Inteligencia Artificial o las redes neuronales será decisiva para avanzar en el conocimiento de las enfermedades, en el diagnóstico personalizado, para agilizar el desarrollo de nuevos fármacos, para realizar una verdadera medicina de precisión, para la creación de ingredientes funcionales para una alimentación más saludable y un largo etc.

Se habla siempre de la rama sanitaria o agroalimentaria pero no hay que olvidar que la biotecnología industrial puede ser también el futuro de un biocombustible sostenible que sustituya a materiales fósiles en energía, del desarrollo de enzimas para detergentes que permitan ahorrar electricidad o soluciones que permitan la disminución del CO2.


-¿Cree que se dedican los suficientes fondos públicos a la investigación?¿O es el sector privado quién al final invierte en ello?

Si hablamos de España, claramente la investigación se ha visto muy afectada por la crisis del 2008 y todavía no consigue que remonte la inversión. Aunque en estos últimos años la inversión privada en I+D está creciendo, no lo hace de igual forma la pública. Además si tenemos en cuenta los largos desarrollos y las grandes sumas de capital que son necesarias para sacar un producto al mercado, en España claramente hay un gran déficit. No ocurre lo mismo en otros países europeos que justo durante la crisis incrementaron y reforzaron la inversión en I+D como es el caso de Alemania; y sobre todo, hay países como China que están realizando una inversión espectacular en I+D y que claramente se están convirtiendo en el referente tecnológico mundial.


-En el ámbito legal, ¿se ponen muchas trabas a la investigación?¿Están justificadas (en caso afirmativo)?

Aquí, yo diferenciaría dos aspectos: en principio el sector biomédico y el alimentario son dos sectores muy regulados (especialmente el sanitario) pero claramente la regulación tiene su razón de ser cuando se trata de proteger y favorecer la salud de los ciudadanos. Menos entendible son las trabas que se imponen al desarrollo de productos transgénicos cuando al final se acaban importando de otros países y científicamente hay datos suficientes que corroboran la validez y seguridad de estos productos en alimentación.


Centrándonos en la rama computacional:

-¿Cree que un biotecnólogo de la rama computacional sería más eficiente que un informático, o a nivel técnico, son iguales? (Ya que los dos programan, sin embargo uno tiene conocimientos sobre ese sector mientras que el otro no)

Claramente la programación como he dicho anteriormente es una disciplina transversal y tener un conocimiento profundo de una materia como la biología, la medicina o la química puede ayudar a proponer soluciones tecnológicas a los grandes retos actuales. No obstante, hay que tener en cuenta que cualquier solución pasa hoy en día por trabajar en un equipo multidisciplinar donde se combinen conocimientos diversos. Las tecnologías de la información son también muy amplias y a veces se requiere de gente que sea experta en arquitectura de datos, otras veces en análisis, otras en programación en cloud... Lo importante es la capacidad de colaboración y la apertura de mente de los que van a trabajar juntos en un proyecto (thinking out-of-the-box).


-En caso de que su empresa trabaje con algún programa para generar scripts (tipo mathlab), ¿cuál emplean?

Disponemos de plataformas muy diversas dependiendo de las necesidades de cada departamento, algunas de ellas desarrolladas internamente y específicamente para I+D.


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